Nadie esperaba que el trono de Marina terminara de esta manera, pero la tronista se ha enamorado y una vez más ha triunfado el amor en ‘Mujeres y hombres’.
Ángel estaba muy enfadado con la actitud de Marina, sin embargo, decidió no desaprovechar su cita con ella: “No me hago diez horas de viaje para hablar de otro”,
le contestó a Marina cuando ella insistió en hablar de lo sucedido en
plató. A Ángel le gusta muchísimo Marina y no está dispuesto a perder un
minuto de su tiempo junto a ella. Los ojos de la tronista y su actitud
con el pretendiente también reflejaban que siente algo especial por él,
pero todo apuntaba a que Miguel era su preferido.
Tras la cita y después de comprobar que una vez más habían contenido su pasión, la cosa pareció volver a la normalidad. Pero Marina se puso en pie y aseguró que tenía una confidencia.
La tronista contó que después de tener sus últimas citas y de todo lo
que había sucedido en plató, estaba muy abatida y llegó al hotel sin
ganas de nada. Se metió en la ducha para reflexionar, y al salir se
encontró con un papelito que decía “Guapa” y estaba firmado por Ángel. El pretendiente le había dado lo que necesitaba en el momento adecuado y Marina se lo quería agradecer. Pero en lugar de decirle nada, se acercó a él y… le besó apasionadamente.
Los presentes se quedaron sorprendidos y
emocionados ante tal alarde de pasión. Emma quiso saber qué sentía
Ángel. Pero el pretendiente no tenía palabras, solo ganas de hacer algo.
Ángel se levantó de la silla y volvió a besar con pasión a Marina. Un gesto que gustó mucho a todos, excepto a los pretendientes de la tronista, Miguel salió disparado del plató. Marina estaba feliz pero no sabía muy bien cómo actuar, ya que en ese mismo instante entró Toño.
La tronista estaba feliz por el beso, sorprendida por la llegada de Toño y preocupada por la reacción de Miguel.
¿Qué tenía que hacer? Marina no lo sabía pero decidió salir a buscar a
Miguel. El pretendiente estaba dispuesto a marcharse y no volver porque
sentía que se estaba riendo de él. Marina intentó
explicarle que era algo que había surgido en el momento y que
simplemente, se había dejado llevar por el corazón. Miguel lo podía comprender, pero el segundo beso le había sonado a pitorreo.
Emma pidió a Miguel que volviera a entrar al plató para que pudieran hablar tranquilamente, pero todos estaban tan emocionados con los besos de Ángel que no podían parar de volver a verlos una y otra vez. Algo que estaba haciendo mucho daño a Miguel. La tronista intentó convencer a Miguel que se quedara y fue muy clara:
“Te lo estoy diciendo a ti, me gustas”, le confesaba al mismo tiempo
que le pedía que le diera una cita más para poder hablar tranquilamente.
Los sentimientos de Miguel eran sinceros y se
estaba pensando darle una nueva oportunidad a su tronista, pero tenía
una petición que hacer. Miguel pidió que si decidía quedarse, que por favor no le volviera a mandar en el mismo tren que Ángel.
La guerra del amor entre ellos había comenzado y no estaba dispuesto a
tenerle enfrente durante tanto tiempo. Ángel también comentó que él se
sentía incómodo con la situación, y Emma les aseguró que no volverían a
coincidir en el mismo tren.
Todo parecía solucionado y Emma quiso dar paso a los pretendientes de
Ainhoa. Pero Marina no aguantó más. En mitad de la cita se puso en pie
porque tenía algo que decir. La tronista no quería hacer daño a nadie y
se dirigió a Miguel : “Si me acabo de besar con un chico no me sale besarme con otro y no quiero hacerte daño. Tienes razón”.
El pretendiente entendió perfectamente las palabras de Marina y se puso
en pie para despedirse de ella. Miguel no articuló palabra, le acababan
de romper el corazón.
Marina estaba en mitad del plató afectada por la expulsión de Miguel
pero relajada porque estaba siendo sincera consigo misma. Y no hizo
falta nada más. Ángel se acercó hasta ella y la besó, y la besó una y mil veces. El trono de Marina había llegado a su final con su principal objetivo cumplido. ¡Marina ha encontrado el amor!
